Con el pecho contuso

-Yace Watson sentado en la orilla del rio Támesis, su corbata está desaparecida, su piel es pálida la cual resaltaba únicamente el color de sus prominentes ojeras. Su humor era tal desde hacía ya 2 días con 7 minutos y 14 minutos; llevaba la camisa sin fajar añadiendo a esto los polvorientos restos de su caminata sobre sus pantalones y sobre sus antes lustrosos zapatos.-

-John eres un completo imbécil, porque actuaste así? –Se pregunto a si mismo cuando la película burlona y lastimera de sus propios recuerdos le cruzo por la mente. “Siempre tienes que perder lo más importante”, “Como fue que lo echaste todo a perder?”, “Que acaso no eras tu un caballero ejemplar?”, “La perdiste ya lo jodiste todo”, “Como puedes vivir lastimando a esas mujeres?”, “Tu padre siempre tuvo la razón: eres un estúpido”, “La hiciste llorar John”, “Tu la viste y estaba llorando”, “Fue tu culpa”, “Que acaso eres un tonto adolecente?”, “Que pretendes con tus actitudes?”, “Ella ya no quiere saber nada de ti John”, “John ya jodiste todo”. Estos eran pensamientos recurrentes en su cabeza, ese tipo de palabras retumbaban una y otra vez sin dejarlo tranquilo, provocando que su dolor agudo y constante le corrompiera cada musculo, cada arteria, cada célula del cuerpo.

Por más que duela el mundo no se detiene John –Trato de consolarse a sí mismo “Es verdad, pero si puede detener tu mundo” se respondió contradiciendo sus palabras-

Es verdad Laura me inquieta, se que la quiero, es verdad que el contacto que tuve con ella me fue realmente reconfortante en su momento, me exaltó, me conmociono.
Pero Arretty...ella es la razón de mi desequilibrio mental e irónicamente es lo que me mantiene cuerdo, es mi tempestad y es mi calma. No negare que ella ha sido la persona que me ha lastimado como nunca...pero también confieso que nunca me había sentido tan vivo como cuando estaba a su lado. Arretty me atrofia por completo, ella es fría, ella es complicada y parece muy alejada; pero en ella también encontré una persona dulce, amable y sumamente cariñosa.
Cuando hable con ella en la playa quería decirle lo mucho que la amaba, quería aferrarme a ella, quería llorarle como un niño, decirle que no me dejara, decirle que me sacaría el corazón por ella, decirle que ella era mi única mujer; sin embargo mi consciencia me lo impidió. Yo sé muy bien que mis actos no fueron los correctos. Me sentía indigno de ella.

“Así que te besaste con ella y ahora vienes a pedirme perdón, crees que es así de fácil?” Ella tenía razón, Que diantres era lo que pretendía yo con eso?

“Vete! Vete con tu novia” Ella me dijo eso con toda la rabia que su hermoso, único y fino cuerpo podía contener.

“Laura no es mi novia, porque lo eres tú!” Le exclame con desesperación mientras le tomaba de los hombros tragándome mi orgullo.

“No! No soy tu novia y nunca lo fui!” Ella me respondió contundentemente
Sus lágrimas quebraban su extraordinario rostro, yo le había provocado ese dolor, yo hice que sus glaucos y fascinantes ojos, esos mismos ojos glaucos que me embriagaban se tornaran cristalinos. Esa última frase proveniente de sus dulces labios me partió en dos el alma; sentí que algo dentro de mí se quebranto, no solo quedo hecho pedazos si no que se hizo polvo. Con esta última frase me quede tirado en la playa von el mismo dolor que causaría un fusilamiento, ahí herido, atravesado por balas intangibles, por las balas de sus agraviantes palabras.

“Nunca lo fui” Remato en mi cabeza. Yo juro que nunca jugué con ella, en serio la amo, la amo con cada partícula que constituye mi ser.
Con cada lagrima que ella derramaba el peso de mi culpa me oprimía mas el pecho impidiéndome respirar bien.

La vi con un tal caballero que desconozco. Deseaba desollarlo ahí mismo debido a que el solo le echaba más leña al fuego, no era nada personal, simplemente se traba de un impulso nacido de mi desesperación. No lo conozco, pero sentí que un resentimiento bestial se acumulo en mi al verlo caminar junto a Arretty. Ese debía ser yo y no ese fulano...

-Watson seguía perdido en sus pensamientos y recuerdos. Cronológicamente el rio Támesis había aumentado su nivel de agua de tal manera que sus zapatos y sus tobillos ya se encontraban sumergidos. A pesar de esto el se mantuvo sentado y solitario debajo del puente-.

Esto es tremendamente complicado como para decir algo al respecto... Vuelvo a decir, que no se que vio en una mujer así, pero tendra sus razones. Lo que si se, es que ella si en verdad lo ama, tendría que considerar perdonarlo. Porque ella hizo varias cosas malas, demasiadas... Sin embargo fue perdonada....

No s culpe, las cosas pasan por algo. Y quiza cuando alla pasado algun tiempo, vuelvan a estar juntos. La vida sigue y tu amigo Watson, no puedes detenerte, tienes que seguir avanzando con tu vida.

Estoy con consiente de ello, la vida sigue y blah blah, blah... Lo que quiero ahora es volver a verla y por lo menos decirle todo lo que le tengo que decir.
Sin mencionar que debo de arreglar mis sentimientos aun y hablar con Laura tambien. Pese a esto Windsor, gracias por escucharme.
Que le vi a Arretty, bueno si se diera la oportunidad de conocerla tal y como yo lo hice quiza le desagradaria menos su presencia. Con ella comparti muy buenos y unicos momentos...

Descuide... Suele pasar que nos confundimos en cuanto a nuestros sentimientos... y no nos damos cuenta de lo que tenemos, hasta que lo perdemos.... *abrazo*

-Recibe el abrazo, cierra los ojos con fuerza para evitar el llanto- Esa frase que acaba de decir es totalmente cierta Windsor, uno nunca aprecia lo que tiene y cuando lo pierde uno lo quiere recuperar a toda costa...

Pasaba por ahi, como siempre, después del trabajo. Una caminata, tranquila, pacífica... algo que a ella le gustaba hacer. Ultimamente, ella había estado algo inquieta. Después de aquella noche donde ella dió a conocer sus sentimientos a su amado, pese a que pudo dormir tranquila y sin sentirse sola por primera vez, los días que le siguieron fueron un completo martirio. Se sentía culpable, poco digna, nada más que una ramera barata. Se odiaba. Se odiaba profundamente. ¿Quién era ella para poder robarle un beso a alguien que, ella sabía, no le correspondía?
Esa era la cruel realidad. No le correspondía. Su corazón le pertenecía a alguien mas. Pero como le gustaría a ella que las cosas fueran algo diferentes...

Tenía que ser honesta. Desde que se divorció de George, le había costado retomar contacto con un hombre. El distanciarse de la unica persona que ella había amado le había generado un miedo de volver a amar, por el mero hecho de que no quería volver a decirle 'Te amo' a alguien, solamente para que el día siguiente le diga 'No estoy sintiendo lo mismo que antes'.
Pero John... John había reparado lo que en ella estaba roto.
Gracias a él, ella pudo volver a acercarse a un hombre, pudo abrirle su corazón a uno sin miedo, pudo tomarle la mano a uno sin miedo, recuperó la confianza en si misma, y lo mas importante... había vuelto a amar. Nunca se había sentido tan joven y llena de vida antes.
Pero faltaba que todo lo que se había reconstruido se cayera en mil pedazos... solo eso faltaba. Y por el mero hecho de que él no la amaba de vuelta. Y era inutil intentar hacerlo caer rendido a sus pies... nunca le gustó forzarle los sentimientos a alguien.
Todo esto era un mero callejón sin salida. La única solución para salir de esto era resignarse y dejarlo ir. Muchos inclusive ya se lo habían dicho... 'Si lo quieres, dejalo ir', pero ella no podía... y no quería dejarlo ir.

Como deseaba que este dolor solamente terminara así como así...

Paseando por el Río Támesis mientras sus pensamientos solamente fluían, al voltear la cabeza, se encontró con una cara conocida. Nada mas ni nada menos que la persona que había estado ocupando sus pensamientos en los últimos días. Descuidado, triste, preocupado... tal y como aquella vez que lo conoció en Dinamarca, aquella vez en la que le ayudó a desahogar sus sentimientos, y no la única.
En su cabeza se le había pasado el acercarse a darle su mano, pero algo por dentro le decía que la rechazaría. Algo por dentro le decía que John ahora la odiaba por haberle confundido completamente sus sentimientos.

Una lágrima salió de uno de sus ojos y rodó por su mejilla mientras solamente se encontraba mirándolo inmovil, y con la cabeza gacha.
Quién había pensado que una simple acción podía echar todo abajo...